El preservativo: Tripa milenaria.

Según una investigación intensiva de 11 minutos llegue a solucionar una pregunta planteada con un amigo indio que estudia en mi universidad, todo comenzó cuando yo estaba llenando un zudoku de lo mas tranquilo y llega dicho ser viviente y me pregunta que si se llenarlo, yo lo miro con cara de pendejo y le digo “¿sabe que es?”, el pone su cara de atochado y dice que “seeee”, y yo le digo: “ahora bien yo tengo una duda ¿Como hacen ustedes que viene del monte, donde el viento va y se regresa porque no hay mas pa donde coger, para no preñar sus mujeres?”, a lo que el responde que con “condones”, seguido de una palabra que me compara mi cara con un miembro viril, yo le digo “¿y como hacían antes de conocer tanta tecnología?”, a lo que el dice que una vez un tío le contó que el abuelo le dijo que para tener sexo, que digo para hacer el amor (se lee mas romántico la cosa) usaban tripas de animales, luego de esa respuesta mande a la mierda al indio y termine de llenar mi zudoku, pero me quedo latente la respuesta así que salí a buscar algo en el Internet y pues llegue a lo siguiente:

Las primeras imágenes de Don Forrito se encuentran en una cueva en Francia. “En Egipto, desde el año 1000 a.C., se recurría a fundas de tela, los Romanos echaban tripas de cordero (igual que el abuelo de mi amigo indio), y los chinos empleaban papel de arroz mojado en aceite, todos con el mismo fin de hoy, prevenir preñar mujeres e infecciones”


Aunque hoy en día son de látex, pues es importante recordar que lo más común antes de este material eran las tripas, de cerdo o de cordero, así que si un día van a tirar y no tienen uno a la mano pero si un cerdo lo puede destripar, pero mejor cargar uno, como dice el refrán “cara vemos, culos no sabemos”, hay muchas lobas y hombres con SIDA en Venezuela y no lo saben, y no solo SIDA sino otras enfermedades de trasmisión venérea, además las chicas te pueden mirar como un tipo precavido y hasta sexy no se, puede ser (eso lo leí en una cosmopolitan).

P.D. Cada uno tiene una historia, y al acostarse a hacer a fornicar, que digo a hacer el amor (sin duda suena mejor y es mejor), nos acostamos con la historia.